Esto se llama amanecer

Da igual si me muero mañana.

Ahora quiero decir todo lo que me he callado, pero,
¿qué no he dicho ya en verso o en prosa?
¿Qué me queda por gritarle al viento?

Da igual si me muero mañana, porque encontraréis mis textos
y sabréis que a ti te amaba, a ti te amé, a ti te amaré siempre.
Sabréis que era pequeña pero me creía grande,
que soñaba con alcanzar algún día las estrellas y sentarme a charlar con la Luna;
sabréis que casi todo lo que se me pasaba por la cabeza era mío, único, personal,
indistinguible, innecesario, para qué mentir.

Sabréis que pintaba un poco más cada día mi cielo con mis manos,
que intentaba buscar formas en las nubes, como fuera,
que mis letras eran gritos de socorro
ante mi propia mente
y mi propio daño.

Sabréis que tenía miedo,
miedo a todo y a nada;
que quería ser valiente, ¡demonios!
claro que quería,
pero jamás lo he conseguido
y eso es lo que más pena me da.

Sabréis que siempre fui la Reina de las Brujas,
que mi magia era peculiar, y me encantaba,
y jamás creí que nadie fuera a comprenderla.

Sabréis que viví toda mi vida enamorada,
¡daba igual quién fuera!
siempre había princesas, caballeros, caballeras, príncipes.
Siempre tuve a quien escribirle,
y cuando no,
me escribía a mí.
Sabréis que adoraba vivir
pero que tenía curiosidad por lo oscuro,
que las noches me atrapaban como un torbellino;
sabréis que me encantaban mis noches, sola, tranquila, como fuera.

Sabréis, porque al final todo se sabe, que estaba rota,
pero que no importaba,
porque aprendí a amar cada trozo de mi alma
por pequeño que fuese.

Sabréis que era incapaz de imaginar un futuro en el que no escribiera, porque,
sabréis también que no puedo vivir sin esto.
Sin elaborar complicadas frases para decir, con amplios rodeos
cosas tan simples como que me gusta el invierno,
todos los ojos del mundo,
y los suyos.

Esto no es una nota de suicidio,
porque aunque a veces sí,
esta noche no quiero acabar con mi vida,
la cual considero preciosa.
Innecesaria,
pero preciosa.
Como un cuadro colgado en un museo;
no sirvo, no aporto, pero es bonito mirarlo y reflexionar.
Quizás soy solo un cuadro frente a un espejo.

Da igual si me muero mañana,
porque, al contrario que antes, ya está todo sabido,
y lo que queda por escribir,
si no lo escribo ahora, jamás será bonito,
y la existencia sin belleza
es lo más triste que una bruja puede soportar.
Y, como sabréis,
no soy una buena bruja.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Huésped gris

Regalo