Mar

La próxima vez que esté indecisa
o que tenga preguntas que no sepa responder,
me encontraréis en la playa,
hablándole al mar, en susurros
que es como se debe hacer.
Si lo más sabio de este planeta,
lo que más ha visto,
lo que más comprende,
el de los mil ojos y piel de espuma blanca,
el temor de todas las banderas,
no sabe darme una solución,
es que entonces no existe el problema.

La próxima vez que dude,
que no sepa,
que mienta por desconocimiento,
que desconozca mi verdad,
me encontraréis en la orilla,
amparada por las olas del mar
encogida, de cuclillas,
como demente,
sin emoción en el rostro,
con manchas negras en las mejillas
blancas, de tanto gritar.
Será de noche y me sumiré en la oscuridad
que es donde mejor estoy
donde mejor están mis monstruos nuevos.

Si me encontráis,
escondida en una sombra
de una ola que nunca llega,
de una respuesta sin pregunta
como una salida sin puerta
entonces, solo entonces,
os lo ruego,
dejadme marchar.

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