Nube

¿Quién le ha chivado al cielo lo que se me pasa por la cabeza?
Ahora llueve
y la gente sale con paraguas
y todos, tan grises, parecéis pensamientos míos.

¿Quién le dijo al rayo que te echaba de menos?
Mintieron, pero sale el sol,
y me han contado que las gotas de agua
ahora son de yeso
y se me pegan a la piel.

¿Acaso se te ocurrió mentirle a las nubes?
Soy incapaz de ver más rostros
hay un muro blanco que me aprisiona
y sólo conozco la senda que me lleva hacia delante.

¿Quién le susurró al viento para que soplara más fuerte
y se llevara mis ideas?
Se me olvida todo,
y ¡tengo tanto miedo
que he quedado paralizada!

He perdido las luces de mi tiempo,
pero supongo que ya no importa
porque todo lo voy a olvidar,
así que no te preocupes ni sientas miedo en tu piel;
las nubes me robarán los recuerdos
algún día, eventualmente, los desecharán en forma de lluvia,
y jamás podré volver a ser lo que soy.
¿Cuánto tiempo llevo despierta?
Parece una eternidad y medio segundo a la vez.
Tengo miedo a quedarme sin papel
y el verano me agobia,
tengo calor y no conozco más playa que la de los acantilados
y sé que si pongo un pie en sus arenas, voy a querer tirarme desde el más alto,
pero mis letras ya no dicen nada,
correr no sirve para menguar las penas,
ya no sé ni de qué huyo,
sólo grito en silencio
y me susurro, con ternura,
que todo va a salir bien
que estoy aquí
que no me voy a ir
y lo peor
es que desconozco si voy a poder cumplirme
esa promesa.
Porque me he vuelto autómata
y vivo a base de risas flojas
miradas de soslayo
y almohadas de cemento
que ya no me quieren contar sus historias.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Huésped gris

Regalo